29/11/08

QUIERO UNO DE ESOS

Que uno es capaz de ver cualquier cosa en la tele no es novedad. Pero debo reconocer que esa mañana quedé subyugado. Con una habilidad de cura carismático, un simpático hombrecito de 50 años me enseñó uno de los instrumentos de cocina más fascinantes que existen: el ProV, un rebanador que corta frutas y verduras de la forma en que a uno se le antoje, con una facilidad tal que sólo hay que imaginarse el corte para que Pro V rebane, estilice, cocine y casi que te ponga el plato sobre la mesa.
La cadencia con la que el presentador desplaza los alimentos por el filo, el color de esos tomates, el jugo de las cebollas, el relieve del apio amputado con precisión quirúrgica y el brillo del acero inoxidable al enjuagarse con tanta simplicidad, hacen que cualquiera pida dos de esos en el acto.
Lo vi y por primera vez compartí las teorías de los pensadores apocalípticos.
Si no querés gastarte la guita en las pelotudeces más hermosas que ofrece el mercado, no veas TV Compras. Te lo advertí.

Puntaje: 1 (malestar estomacal, pero con gusto)