Muy linda, pero un poco laaaaarga

Ya sabemos que Brad Pitt les derrite la bombacha, así que a las mujeres no les importa. Tampoco a los amantes del cine intimista, que se adentra en la psicología de los personajes y logra una profundidad asombrosa. Menos les importa a los que están al pedo para ir al cine: jubilados, desocupados, estudiantes, gente linda y volada. Pero -qué quieren que les diga-, a mí sí me importa: si hubiera sabido que “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” duraba dos horas cuarenta minutos, no me adentraba en esa sala y me iba a la de al lado, donde daban “La brújula dorada”. Además, a esa hora del día, después de ocho horas de trabajo, lo intimista se me hizo tedioso, lo psicológico se volvió monótono y lo profundo, denso. La película no es mala, pero tiene un par de horas de más.
Para westerns, me quedo con “La batalla de las colinas del whisky”.

Puntaje: 1 (Malestar estomacal)

MONEY FOR NOTHING

Yo tenía 15 años y me gustaba una chica medio hippie, así que me compré el cassette “We are the World”, en el que músicos famosos de la época cantaban para recaudar fondos contra el hambre en Africa. “Hay que ayudar a nuestros hermanos africanos que tanto sufren”, le decía yo a la minita, leyendo la solapa del cassette. Durante los 20 años que transcurrieron desde aquel proyecto (USA for Africa), la mortalidad materna en ese continente subió 20%, se mueren 100 recién nacidos por cada mil, el 70% de la población no accede al agua potable, comenzó la epidemia de sida, hubo varios millones de muertos por guerras internas, descendió la tasa de alfabetización y vacunación y subió la de desnutrición, y ciertas etnias adquirieron la costumbre de desmembrar vivos a sus enemigos cada vez que estalla un nuevo conflicto.
Quisiera saber quién fue el reverendo hijo de puta que manejó la guita de USA for Africa, para pedirle que me devuelva la mía. Si encontrás el disco en la mesa de saldos, no lo hagas.com. Aunque tengas que llevarte uno de música country.
Encima ni me pude levantar a la hippie.

Puntaje: 1 (Malestar estomacal)

¡QUIERO UN BLOG EN MI CONTRA!

Si sos militante o funcionario público, detestás a un periodista criticón, tus sicarios de confianza se fueron de vacaciones y tenés miedo de que te descubran si amenazás por teléfono, tragate el venenito. Pero nunca, nunca –te lo digo por tu bien– hagas lo que hizo este amiguito que defiende a nuestro vicegobernador cordobés, Héctor “Pichi” Campana. O sea: nunca hagas un blog anónimo (http://encontradesergio.blogspot.com/) para insultar al periodista en cuestión (Sergio Carreras, http://sergiocarreras.blogspot.com/). Sólo conseguirás que se te rían de tu escasa imaginación, descubran tu lamentable inexperiencia, apoyen al periodista agredido y admiren tus penosas faltas de ortografía. ¡Quiero un blog en mi contra!

Puntaje: 2 (Vómito)

¡POP! LLEGÓ EL NUEVO HORVILLEUR

Mucha estética Palermo Soho, mucho adornito publicidad de Axe, mucha barbita candado, pero acabo de escuchar el tema “Radios”, de Emannuel Horvilleur (Mordisco), y creo que Palito Ortega hacía lo mismo, con los pantalones un poco menos apretados. Esos grititos agudos que hablan de minitas modernas suenan a una mezcla de Miranda! y Shakira, a oscuras, tratando de encontrar el baño después de comerse un kilo de ciruelas. “Can-ción mo-der-na, ah ah”: y la letra sugiere a José Luis Perales con ansias de escribir como Sabina, pero sobrio. Sí, ya sé que a los críticos les gusta. ¿Y? Ema: sos un loco, devolvé la ropa que le afanaste al nono.

Puntaje: 1 (Malestar estomacal)

Yo bien, ¿y vos?

Ya se sabe que los programas de TV matinales intentan reemplazar a la radio. Lo hacen con tanto éxito que a veces, además de producir la misma otitis, le suman conjuntivitis. En “El show de la mañana” (Canal 12 de Córdoba, de lunes a viernes a las 9), los integrantes de la mesa redonda pasan varios de los primeros minutos saludándose y diciéndose “Bien, ¿y vos?”. Y lo hacen muchas veces. Pero muchas, como aquellos mellizos monosilábicos de “Todo por 2 pesos”. Aunque si uno lo piensa bien, al lado de algunas de las reflexiones del plantel femenino –toda neurona tiene su Raúl Castells–, el “bien, ¿y vos?” parece un poema de Clarice Lispector. Al menos, las tres horas de emisión te ahorran el rohipnol.

Puntaje: 2 (Vómito)

PARA ALCANZAR LA GRASA DIVINA

Claudio María Domínguez es como esos muñequitos de peluche casi olvidados, para los que no se imagina mejor destino que un gato hiperactivo que los desmenuce. Sus libros de autoayuda son una especie de elíxir para reavivar el mal de Alzheimer, un tónico para fortalecer la disfunción eréctil, un estimulante para emular a Alberto Olmedo en su última noche. El desafío de ser feliz o Cómo vivir mejor son dos de sus escritos que contienen revelaciones como “Decidámonos ya mismo a vivir mejor”. De aquel chiquito que se hizo famoso en Odol Pregunta sólo queda esa sonrisa traviesa que se articula cada vez que alguien se ensarta con sus libros. Dale, Sai Baba: es la última rematerialización que te pido.

Puntaje: 4 (Cálculo renal)