¡Perdón, Pomar!

El misterio de la familia desaparecida más de 20 días se resolvió: aparecieron muertos por un accidente en la ruta, y toda la cúpula policial de Buenos Aires tambalea por su impericia.

Primero había sido un crimen por robo. Después pensaron que fue un ajuste de cuentas por encargo. Como eso no cerraba, se pensó en el padre violento, asesino y desquiciado. Fabio Zerpa dijo que buscarlos era perder tiempo, ya que habían sido abducidos.

Ahora, digo: la cana será lo que es, pero los que se encargan de difundirlo para que todos se enteren son... ¡nosotros, los periodistas! Y no es cuestión de monopolios ni ideologías: desde la FM más trucha hasta TN, todos se regodearon con la historia de homicidas, miseria familiar y sexto sentido.

Menos mal que los cuerpos aparecieron: no creo que estén tan linchados como su memoria.

¡Cómo envidio a los periodistas de espectáculos! A ellos los abducen mucho menos que a los demás.

AHORA SÍ ME VOY A ENDROGAR

Al conocerse el martes 25 de agosto el fallo de la Corte Suprema que despenaliza la tenencia en un caso de consumo personal de marihuana, el gobierno cordobés entró en pánico: el secretario de Prevención de la Drogadicción, Sebastián García Díaz, convocó a la ciudadanía ultrajada a firmar un documento contra la decisión de la Corte, en la sede de la institución que dirige.
Parece que algo de gente fue (el NOLOHAGA no llegó a tiempo), además del naranjita de la cuadra, un perro vagabundo que olió algo y entró y un estudiante de Ciencias de la Información que dobló mal.
Vamos, no sean malos: acérquense a firmar así acabamos con el narcotráfico para siempre, ¿eh?
¡Ah! Me avisa Laurita que, en Cadena 3, Aurelio García Elorrio -el ariete judicial de la fe contra la droga y los anticonceptivos- acaba de decir que en los barrios marginales los chicos se fuman y que por eso son “máquinas de matar a los 14 años”.
Ay, Aurelio, me parece que no te conviene: la mejor prueba de que Dios no existe es que te siguen sacando por la radio para decir esas cosas.
¿No les da verguencita ajena?

Puntaje: 5 (parto)

Los #$%& taxis del aeropuerto

Llegué al aeropuerto de Córdoba la siesta del martes 14 de julio pasado. Tenía que trabajar, así que fui directo a tomarme un taxi, pensando que por suerte estaba muy cerca de mi lugar de trabajo. Cuando subí y vi el tablero recordé que el municipio autorizó a aumentar $ 10 los viajes desde el aeropuerto, por lo que la bajada de bandera cuesta $ 13. Recordé también que ningún otro taxi que no sea el del grupejo del aeropuerto puede entrar a levantar pasajeros, a riesgo de sufrir represalias.
Así que apreté los dientes, dispuesto a pagar los $ 18,60 que indicaba el reloj, después de cinco minutos de viaje. Pagé con $ 19. “No tengo monedas”, me dijo el chofer.
Suelo perder mucho más que $ 0,40 en estupideces intrascendentes, pero esta vez no estaba dispuesto. “No hay problema”, le dije, ya enojado. Le di entonces $ 18,25 (todo el cambio que tenía). “No, falta plata”, me dijo él, tranquilo.
Ahí me calenté: “No te pienso regalar los 0,40”. El chofer masculló algún insulto y de repente encontró vuelto para los $19, que hasta hacía segundos supuestamente no tenía.
Nos insultamos como debe ser, le tomé el número de patente y me pregunté a mí mismo: ¿Quién es más miserable? ¿El chofer o yo? ¿Ambos por igual?
Recuerden: para volver del aeropuerto llamen a un remís de afuera o a un amigo que los busque. O tómense el D4, que está buenísimo.

Nolohagasesdetodos

¿Hay un boludo que casi te choca? ¿Viste una película que te dio náuseas? ¿Te sirvieron la comida fría en algún lado? ¿Algún programa te dio ganas de incendiar la tele? ¿Hay discos que te producen la misma sensación que arañar el pizarrón?
Si tenés ganas, tiempo y no me insultaste nunca, hacé tu aporte para alimentar Nolohaga.com y perder el tiempo por otros.
Con las siguientes salvedades:
1) No mandes fruta.
2) Que no me haga comer un juicio.
3) Cortito.
4) Que no venga anónimo.
Mandar todo a: edlitvin@gmail.com

Slow (& bad) Food Nation

Los chicos querían ir, así que hubo que ir. ¿¡Por qué les dijimos que sí, ah!? El nuevo Burger King del Dinosaurio Mall, en Córdoba, nos esperaba. Resultado: 20 minutos parados en la fila y otros 10 minutos de espera hasta que estuvieron listas la hamburguesa, las patitas de pollo y una especie de símil lomito que resultó un pedazo hervido de algo acolchado color carne, cuya sensación en la garganta era la misma que la de tragarse una esponja mortimer.
El saldo fue positivo, porque nunca más volveremos a pisar.

¡Quiero un lomito de Bedoya y las vías!

Puntaje: 5 (parto)

LOCA SI VAS A VERLA

¿Por qué acusan a Hollywood de banalizar los temas más conflictivos, de reconfigurarlos como si fueran cuentos para chicos de escaso coeficiente intelectual, y de utilizar cualquier síntoma de miseria humana para potenciar las marcas que la financian?
No, señor: Loca por las compras es la prueba de que Hollywood, además de todo eso, también puede convertir una patología tan naturalmente estadounidense, como la adicción al consumo, en una anécdota de liquidación: la chica hermosa zafa de las deudas, se cura de un día para el otro y encuentra al amor de su vida, mientras nada opaca el glamour de las vidrieras newyorkinas.
Encima fui al Gran Rex, donde las butacas renguean y después de las 21 ya no quedan panchos.

Puntaje: 3 (Dolor de huevo)

¿CUÁL ES EL CHISTE?

No estoy seguro de entender a Mike Myers en toda su dimensión. O es un genio dotado de una capacidad descomunal para el histrionismo, o la película que alquilé hace poco (El gurú del amor, 2008) es un rejunte de gags tan efectivo como el factor AG para evitar los gases.
Me inclino más por el sentido común de espectador, así que les recomiendo: si les quedó en la memoria la buena época de El mundo según Wayne, quédense con esa imagen de Myers y sepulten el resto para siempre (salvo Jessica Alba), Austin Powers incluido.
Uno no termina de entender si el actor se ríe, se burla o está mamado. Aunque hay borrachos con más gracia.

Puntaje: 4 (Cálculo renal)

Sierras con cash

Mucho verde, aire puro, arbolitos, montañas, queso de cabra, miel y pan casero. Todo esto y mucho más tienen nuestras queridas sierras de Córdoba. Pero lo que no tienen, y ni sueñen con encontrar, son cajeros automáticos.
Se los dice alguien que hizo kilómetros entre las dos puntas de Traslasierra en busca de una máquina que escupiera efectivo. Es que tampoco sueñen con encontrar un restaurante o despensa que acepte tarjetas de débito o crédito, una quimera serrana tan auténtica como el salame de la colonia.
Además, el único cajero de Mina Clavero es Link, así que pagarán extra por sacar con Banelco. Y lleven mate y libro, porque toda la gente que está adelante –y es mucha- parece que usa el cajero por primera vez.
Qué lindo que es estar en Los Hornillos, con efectivo, con efectivo…

Sensación Tétrica

Era viernes a la siesta, hacía 33 grados y la lipotimia estaba cerca. De repente apareció esta gente en la pantalla del Canal 10 de Córdoba. Me desmayé, desperté y no recuerdo nada sobre el programa. Pregunto para saber, pero nadie quiere hablar, todos me dicen que me quede piola, que hay cosas de las que es preferible olvidarse, sacárselas de la cabeza. Lo último que recuerdo son gritos, risas, bromas inentendibles y encuestas idiotas.
Eso sí: la parte de Adrián Gómez debe estar buena, porque es un amigo.

Puntaje: 2 (Vómito)